Comparto este interesante articulo sobre Storytelling, y la importancia de los cuentos en el ambiente empresario.
En cada emprendedor hay un héroe
Por Gisela Galimi, Socia Galimi & Alcón Escritura +
Comunicación.
Hablar sobre uno mismo. Ser el héroe de la historia.
Contarse. No es tan fácil y sin embargo tampoco debería ser tan difícil. ¿Por
qué a los emprendedores les cuesta tanto entonces armar su propio relato? Muy
sencillo: porque en el afán de contar lo más sobresaliente, de soñar un sueño perfecto, se olvidan que las
mejores historias son aquellas en las que se ha tenido que salvar un conflicto.
En mi experiencia como asesora de comunicación, muchas veces
los emprendedores han venido a contarme su historia para que la plasmara en
páginas webs, folletos o estrategias de prensa. En general tratan de contar lo
lindo y hasta de exagerarlo, para parecer
más de lo que son. Pero para que una verdadera historia exista. la trama debe
estar basada también en alguna dificultad, que vuelva a un simple señor con
dinero para poner una empresa en un héroe emprendedor.
¿O acaso no recordamos a Bill Gates por su garaje y a Steve
Jobs por no haber tenido dinero para costear la universidad? Nadie pone el
acento en el hecho de que vivían en el país más tecnológico del mundo, o que
los lugares donde estudiaron les dieron acceso a software. Esas fueron las
oportunidades, pero una leyenda se construye a partir del desafío, el
cumplimiento de una prueba.
Con un conflicto podemos construir un héroe y con un héroe
podemos armar una historia, con la que clientes y empleados pueden empatizar
para llegar a confiar y hasta amar nuestra marca.
El hecho no es menor, porque recientes estudios de
neurociencia han determinado que cuando escuchamos un relato, nuestra actividad
neuronal se intensifica en ciertas zonas del cerebro, tal como si lo hubiésemos
vivido realmente. Nos emocionamos, sufrimos, nos compenetramos con lo que le
ocurre a los personajes, creando un
vínculo emocional con esa historia.
La herramienta, como no podía ser de otra manera, tiene
nombre en inglés: Storytelling. Y es la nueva habilidad que están requiriendo
las empresas a la hora de capacitar a su personal, tanto en las áreas de
recursos humanos - para motivar, liderar, incentivar el trabajo en equipo- ,
como en las de marketing - para contar las bondades del producto. Un caso
típico de estos días es el famoso spot continuado en el que Banco Galicia
cuenta las aventuras de Marcos y Claudia, personificando desde el humor a sus
clientes.
La idea es sencilla: también en el mundo corporativo se
determinó que las historias crean vínculos afectivos entre las marcas y los
clientes, y que es posible motivar al público mucho más de la mano de un relato
que a través de datos objetivos. Al punto que se sabe que las decisiones de
compra se toman antes de empezar el acto de la venta, aunque después usan la
racionalidad para justificar la elección.
Entonces, y sobre todo cuando una empresa está buscando
crecer y diferenciarse, es la historia la que hace la diferencia. Un ejemplo
local: ¿A quién no le gustó escuchar que los alfajores Cachafaz tenían un gusto
tan parecido a los nuestra infancia, porque se preparaban con una antigua
fórmula y una vieja máquina de Havanna que esta tradicional empresa marplatense
dejó de usar después que en los 90 la
compró el grupo Exxel? Si el dato es
real o no, es imposible saberlo.
Pero el hecho llama la atención porque además del gusto
implacablemente rico de los alfajores, esta
historia les permitió crecer en el rubro a pasos agigantados, de la mano de una
generación nostálgica y con una acción de marketing viral que evitó la
inversión en publicidad.
El relato funciona especialmente porque aquí, además del
héroe había un antihéroe: un otro contra quien competir. Como el Persicco
filial de Freddo, que le robara clientes después de haber vendido la empresa
oficial, en una suerte de Caín y Abel del siglo XX.